- La poca información que se tiene al respecto.
- La aceptación social del juego ocasional, que lleva al juego habitual.
- La facilidad para adentrarse en los juegos a través sorteos aparentemente inofensivos como los boletos de rascar y ganar.
- Adicciones al alcohol o a las drogas.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Necesidad de aceptación social.
- Antecedentes de ansiedad, depresión, impulsividad.
- En los hombres la adicción suele comenzar en la adolescencia, mientras que en las mujeres suele presentarse entre los 20 y los 40 años.
- Las situaciones estresantes pueden empeorar los problemas del juego.